En las elecciones
de 1983, Raúl Alfonsín se adjudicó el 51.7% de los votos contra el 40,1% de
Italo Argentino Luder. convirtiéndose en el primer postulante radical en
derrotara un justicialista.
El electorado no
se volcó a la propuesta del radicalismo por sus promesas de progreso económico,
sino porque Alfonsín irrumpía como la garantía de una normalización
institucional donde la
Libertad, la paz, la democracia y el respeto por las
garantías individuales y los derechos humanos -mutilados por las Juntas
Militares- expresaban justicia y modernidad.
El Gobierno de
Raúl Alfonsín estuvo signado por tres hechos o temas fundamentales relacionados
a la temática militar: el juicio a los ex comandantes, la política de derechos
humanos y el problema militar en si mismo, no sólo con temas relacionados con
las fuerzas en forma interna, sino también con los diversos levantamientos que
tuvo que afrontar.
Inmediatamente
después de asumir, Alfonsín comenzó a concretar algunos de los puntos que había
enunciado antes. A sólo tres días de haber tomado posesión de su cargo, dicta
los decretos 167 y 158. El primero establecía la necesidad de perseguir
penalmente a los conductores de grupos armados como los Montoneros y el
Ejército Revolucionario del Pueblo (E.R.P.). El segundo ordenaba el juicio a
los ex comandantes que integraron as tres Juntas Militares ante el Consejo
Supremo de las Fuerzas Armadas por su responsabilidad en los homicidios,
torturas y detenciones ilegales perpetrados entre 1976 y 1983 inspirados en la Doctrina de la Seguridad Nacional.
El Juicio a las
Juntas contaría con el aporte de las investigaciones realizadas por la Comisión Nacional
sobre la Desaparición
de Personas Conadep. Convocada por Alfonsín el 15 de diciembre de 1983 y cuya
presidencia se otorgó al escritor Ernesto Sábato. Su objetivo era intervenir en
el esclarecimiento de los hechos relacionados con la desaparición de personas
otorgándoles la autoridad para recibir denuncias y pruebas y girarlos con
posterioridad a la justicia. El Informe, que luego fuera publicado bajo el
titulo Nunca más, fue entregado al Presidente el 20 de septiembre do 1984.
Las leyes de
Punto Final y Obediencia Debida ponían al descubierto, ante la sociedad, la
fragilidad del gobierno constitucional frente a las presiones ejercidas por
ciertos sectores de las Fuerzas Armadas -particularmente el Ejército para
que se concluyera con la persecución a sus camaradas de armas.
En 1988, se
promulgó la Ley
de Defensa Nacional (Nro 23.554), que establece las bases jurídicas, orgánicas
y funcionales para la preparación, ejecución y control de la Defensa Nacional,
Fijando sus finalidades y diferencias con la Ley de Seguridad Interior
Estos no fueron
los únicos problemas que tuvo que enfrentar, también, el poder económico,
formado por los grandes grupos financieros internacionales y por los grandes
grupos económicos locales, había logrado hacerse del control de todo el proceso
productivo y financiero sobre la base de la explotación de los trabajadores y
la subordinación del Estado a sus intereses particulares.
En junio de 1985 se anunció el Plan Austral.
Nuestra moneda cambió el nombre de peso argentino por el de austral. El austral
equivalía a 1.000 pesos argentinos y nació cotizando con un tipo de cambio fijo
de 0,80 centavos de austral por dólarPero a fines del 986, el Plan Austral dio
muestras de agotamiento. El austral comenzó a desvalorizarse fuertemente con
respecto al dólar en el mercado de cambió. La inflación volvió a trepar
mientras que la recesión y los conflictos sociales se agravaban más y más. Ante
esta situación, se optó por el abandono de tos estrictos controles y por la
liberalización económica. A mediados de 1987, el gobierno declaró oficialmente
fenecido el Plan Austral (aunque la moneda que le dio nombre siguió
funcionando) y anunció un nuevo paquete de medidas que atraerían el apoyo del
FMI a través de otro crédito stand-by. Se atacaría a la inflación y el déficit
fiscal interno y externo. Se establecían además pautas estrictas en relación al
tipo oficial de cambio del dólar, los salarios, impuestos y tarifas de
servicios públicos.
En agosto de 1988
se lanzó el Plan Primavera (Programa para la recuperación económica y el
crecimiento sostenido>. Estaba centrado, una vez más, en contener el ascenso
inflacionario a través del control de precios de las tarifas públicas y el
congelamiento de los salarios estatales. Incluía control de cambio y precios, y
negociación con el movimiento obrero.
La campaña
para las elecciones presidenciales del 14 de mayo de 1989 se llevó adelante en
este marco. La situación se tornaba cada vez menos manejable: hiperinflación,
pérdida del poder adquisitivo de los salarios, remarcación de precios, compra
compulsiva de dólares por parte de los especuladores.
En los comicios,
el candidato del P.J., Carlos Saúl Menem, se impuso a Eduardo Angeloz. de la U.C.R., con el 47% de los
votos, En medio de saqueos a supermercados. la situación social se tornaba
insostenible para Alfonsín. Jesús Rodríguez reemplazó a Juan Sourrouille como
Ministro de Economía. El 30 de mayo se decretó el estado de sitio y se
adoptaron medidas económicas de emergencia. Comenzaba a sonar la palabra
ingobernabilidad. Alfonsín se retiró antes del gobierno, sin haber podido
cumplir su promesa de recuperación del orden.
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